domingo, 11 de diciembre de 2016

EDUCATE Y EDUCARAS.




Eduquémonos y podremos educar.

Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, y esperamos lo mejor de ellos.
El padre quiere que su hijo varón sea como el, le viste igual que el, le lleva a ver el deporte que a él le gusta, le quiere enseñar a que sea rudo y que no se deje de nadie,
La madre por otro lado, es más sobre protectora, tanto con el barón y con la hembra.
Olvidan que los hijos solo son nuestros desde el día que nacen hasta aproximadamente los 15 años, ya después de esa edad solo ellos saben lo que hacen y uno de padre es el ultimo en enterarse.
No nos educamos para ser padres amigos y confidentes, no nos educamos para ser maestros y consejeros, ah pero eso sí, somos buenos para dar sermones y regaños, para dar castigos,
Somos buenos carceleros, buenos arrieros, pero muy malos guías,

En un hogar donde una pareja procreó a una hembra y a un barón las cosas eran así.
El padre con su hijo hablándole de la vida, de mujeres y aventuras, de cómo ser un hombre y no un cobarde.
Le decía, hijo ya estás entrando a la edad en que te empezarán a gustar las mujeres, así que te diré que no dejes ir a ninguna, una cosa si te digo, no pienses en casarte aún, porque aún eres joven y debes disfrutar la juventud y la soltería, no me sufras por amor, si se va una siempre hay más de dos esperando, así que demuestre que es hombre.
Este padre olvido unos detalles,
Olvido decirle.
Hijo, ya estás en edad en que la naturaleza del hombre siente el deseo,
Siente la atracción por el sexo opuesto,
Siente ganas de aventurarse y conocer otro mundos, lo que es la vida, siente ganas de amar.
Olvido decirle...
Hijo, el día que una mujer te guste, no guardes silencio, déjaselo saber y no temas al rechazo y al desprecio,
Pero siempre que lo hagas, habla con la verdad, y demuéstrale tus respetos,
Se le olvido decirle.
Hijo, no olvides que en casa tienes una hermana, y el mismo respeto que espero para ella de un hombre, es el respeto que quiero de ti para una mujer.
No, él le dijo todo lo contrario, ve y disfruta, ve y desahógate, ve y juega con ellas.
Después de un tiempo el hijo le dice, papá, embarace a una chica y dice que sus padres vendrán a hablar contigo,
El padre muy orgulloso respondió.
Déjalos que vengan, yo no les tengo miedo, y tú no te preocupes ni tengas miedo.
Al siguiente día llegan los padres de la muchacha, y ella les acompañaba,
Ella con la cabeza agachada, sumisa y llena de vergüenza al lado de sus padres solo lloraba.
El padre de la muchacha le dijo,
Buenas tardes señor, estamos aquí con la pena y vergüenza que nos hace pasar nuestra hija, pero con la esperanza que usted como padre nos entienda y haga que su muchacho se haga responsable de sus actos, ya que ellos esperan un hijo, pero él no quiere hacerse cargo.
El orgulloso padre respondió.
Y porque viene a pedirme eso a mí, hubiera aconsejado y cuidado a su hija, las mujeres son para la casa no de la calle,
Yo tengo suelto mi garañón, si usted no tenía su potranca en el corral, usted es el único responsable,
No se dijo más, y volvieron a casa con una hija embarazada, pero sobre todo, con una mujer a quien le mancharon su dignidad.
Así se arreglan las cosas dijo el prepotente papa a su irresponsable hijo.
Meses después, al llegar del trabajo lo esperaba su esposa e hija,
Con una cara de susto y miedo,
Pero sobre todo con una noticia que aquel padre no esperaba,
Su hija, la mujer de la casa, estaba embarazada.
Quién es el responsable de esto exclamó!!! Ahorita mismo me llevas con él y si no se responsabiliza haré que se arrepienta de haber nacido.
Fueron a casa del muchacho y la respuesta fue la siguiente.
Las mujeres son de la casa, yo tengo suelto mi garañón así que si usted no tenía en el corral su potranca, usted es el único responsable.

Moraleja, si aconsejas a tu hija que se de a respetar con los hombres, aconseja a tu hijo que respete a las mujeres....J.R.LOBO

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