Mientras el la miraba con tanto amor, con tantas ganas de decirle que estaba enamorado de ella,
Ella miraba a alguien más sin siquiera fijarse que aquel enamorado la veía sin parar.
El la veía y miraba como ella no quitaba la mirada del otro caballero que no la miraba a ella.
Entonces el se le acercó y despacio le dijo al oído... háblale, dile que te gusta,
Tú también puedes hablarle de amor, anda llama su atención.
Y ella le respondió...
Me duele verlo, me duele que el vea a alguien más y no se de cuenta que yo estoy enamorada de él.
Y aquel enamorado le dijo... si, yo se lo que se siente, y duele.
Ella le pregunto, ya le a pasado?
El respondió si.
Ella dijo, y porque usted no le hablo?
El le dijo. Si, si le hable, le hable y le dije al oído, ve háblale al hombre que te gusta.
Ella no me veía a mi porque veía a alguien más.
Ella se entero de que ese caballero la miraba a ella, y se le acercó solo para decirle, ve y busca la Felicidad en alguien que no la veía, al igual que ella tampoco lo miro a el.
Y empezaron a platicar, se cansaron de estar parados después de hablar de sus vidas y se sentaron.
Siguieron hablando, riendo, y contándose historias y cuáles eran sus sueños.
Se les seco la boca de tanto hablar y decidieron ir a tomar un café.
Después de esa tarde aquella joven descubrió que había encontrando lo que ella deseaba en quien Menos imaginaba.
Y aquel joven descubrió que para ganar no hay que tener miedo a perder y hay que arriesgar.
Pues mandar a quien él amaba a hablarle a alguien más le abrió la puerta para poder hablar y así Ganarse aquella joven de quién él estaba enamorado.
Moraleja. Que el brillo de las estrellas no te cegué a ver la intermitente luz de una luciérnaga, que Aunque su luz es pequeña no es ajena.
Mira siempre a tu al rededor, nunca sabes dónde, como, cuando y en quien encontrarás el amor. J.R.Lobo
Ella miraba a alguien más sin siquiera fijarse que aquel enamorado la veía sin parar.
El la veía y miraba como ella no quitaba la mirada del otro caballero que no la miraba a ella.
Entonces el se le acercó y despacio le dijo al oído... háblale, dile que te gusta,
Tú también puedes hablarle de amor, anda llama su atención.
Y ella le respondió...
Me duele verlo, me duele que el vea a alguien más y no se de cuenta que yo estoy enamorada de él.
Y aquel enamorado le dijo... si, yo se lo que se siente, y duele.
Ella le pregunto, ya le a pasado?
El respondió si.
Ella dijo, y porque usted no le hablo?
El le dijo. Si, si le hable, le hable y le dije al oído, ve háblale al hombre que te gusta.
Ella no me veía a mi porque veía a alguien más.
Ella se entero de que ese caballero la miraba a ella, y se le acercó solo para decirle, ve y busca la Felicidad en alguien que no la veía, al igual que ella tampoco lo miro a el.
Y empezaron a platicar, se cansaron de estar parados después de hablar de sus vidas y se sentaron.
Siguieron hablando, riendo, y contándose historias y cuáles eran sus sueños.
Se les seco la boca de tanto hablar y decidieron ir a tomar un café.
Después de esa tarde aquella joven descubrió que había encontrando lo que ella deseaba en quien Menos imaginaba.
Y aquel joven descubrió que para ganar no hay que tener miedo a perder y hay que arriesgar.
Pues mandar a quien él amaba a hablarle a alguien más le abrió la puerta para poder hablar y así Ganarse aquella joven de quién él estaba enamorado.
Moraleja. Que el brillo de las estrellas no te cegué a ver la intermitente luz de una luciérnaga, que Aunque su luz es pequeña no es ajena.
Mira siempre a tu al rededor, nunca sabes dónde, como, cuando y en quien encontrarás el amor. J.R.Lobo
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