domingo, 11 de diciembre de 2016

LAS TRES MUJERES


Un hombre que tenía mucho dinero quería casarse, pero no quería cualquier mujer, él quería alguien muy especial, alguien que llenara sus exigencias, alguien que estuviera a su altura en todo momento.
Este hombre se dispuso a encontrar a esa mujer no importaba lo que él tuviera que hacer, aunque esto lo llevará a perder.
Una vez visitó uno de los bancos donde el guardaba su dinero y miro una joven muy hermosa a la cual de pronto empezó a cortejar, ella sabiendo que el tipo estaba bañado en dinero se sintió atraída y muy atenta empezó a dar oportunidad,
Pronto le tenía un apartamento muy amueblado solo para ella, la relación era de visitas ya que él era un hombre de negocios se le era fácil fingir que no estaba en la ciudad,
Luego visitó una nueva iglesia y miro otra joven que también llamó su atención,
De alguna manera él tenía que hacerle saber a ella que él era un hombre muy importante y con mucho dinero, al principio ella no daba paso a las peticiones de él, pero un día él le dijo si dejaba que la acompañara a su casa, ella aceptó y al ver el carro que el manejaba su atención para él fue otra, se porto más amable más cariñosa y hasta lo presento a sus padres,
Este hombre también le propuso vivir juntos y ella aceptó, al igual que hizo con la primera lo hizo con la segunda, apartamento y todo lo demás, pero también eran visitas esporádicas ya que él era hombre de negocios Cierta ocasión mientras tomaba una copa en un bar, miro a una joven muy hermosa, vestía poca ropa y le sonreía a todos, y aunque todos la tocaban de forma inapropiada ella no dejaba de sonreír, el la siguió mirando y al tener oportunidad le pidió una copa del whisky más caro, cosa que pocos hacían pues pocos tenían el dinero para pagarlo, luego le pidió la botella, ella le preguntó, está seguro que podrá pagarla? El le respondió puedo comprar el bar con todo y sus empleados si se me da la gana, ella le dijo que él era un prepotente y se dio la vuelta, cuando ella salió de su turno de trabajo mientras se dirigía a su viejo auto, el millonario se le acercó y le dijo, cuánto cuesta tu carro ella le respondió, muchas horas, muchas noches de trabajo y muchas ganas de dar una cachetada a todo aquel que cree que porque trabajó en un bar pueden faltarme el respeto como mujer, el hombre la miro y le dijo, puedo comprar lo que yo quiera, pero lo que no puedo es comprar respeto, puedo regalar lo que yo quiera pero lo que no regalo es respeto, pero tú te acabas de ganar el mío.
Así paso el tiempo y hablando el la invito a tomar una cerveza, ella le dijo que si, como su meta era encontrar una mujer que estuviera a su altura también a esta le propuso vivir juntos, sacarla de esa vida y darle lo que ella quería, ella aceptó,
Y así se la pasaba el flamante magnate de casa en casa con sus tres mujeres una semana con cada una.
Un día se dispuso a llevar a cabo su plan y ver cuál de las tres se pondría a su altura o si ninguna era la mujer soñada.
Cuando llegó según el de viaje a la casa de la joven que trabajaba en el banco, le dijo que su empresa se fue a la quiebra, que los inversionistas no quisieron hacer más negocios y que no tenía para pagar las deudas atarazadas, que tendría que vender el apartamento y buscar un lugar más chico, que iba a buscar un trabajo que pudiera darle para cubrir los gastos necesarios, la joven al escuchar eso no le pareció nada bien y de inmediato le dijo que como iba a hacer para decirle a sus amistades que el apartamento lujoso ya no era más de ella, que ella no volvería a vivir en un lugar como el de antes, que era joven y muy bonita y que alguien con dinero se fijaría en ella, así que esta joven se marchó,
Hizo lo mismo con la segunda, la joven de la iglesia, y está también se negó a regresar a una vida sin lujos, por lo tanto también se marchó,
Al decirle esto a la tercera, esta le dijo,
Yo nunca había tenido tanto lujo, tanto dinero tanta categoría, pero tampoco había tenido a alguien que me respetará, que me diera paz, seguridad y tranquilidad,
Porque antes de darme los lujos que me diste, me diste eso que nadie me dio, RESPETO Y CONFIANZA, yo no quiero volver a la vida que tenía, pero si a ti no te soy una carga, yo te acompaño a donde vayas y yo empiezo contigo desde abajo, puedes vender todo lo que me has dado y haz de ello un buen uso para poder seguir caminado, así como me diste la oportunidad de saborear lo más alto de la riqueza, así vamos a saborear juntos lo más bajo de la pobreza.
Entonces aquel hombre dijo.
Esta es la mujer que se puso a mi altura, y con ella me quedo.

Moraleja, no siempre las personas son como las vemos,
Es por eso que no se debe idealizar a nadie, ni juzgar a nadie sin conocerle.
J.R.LOBO

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